por Dios del nuevo Mundo Mar Nov 10, 2009 12:47 am
Había llegado algo tarde a la hora citada para la pelea, pero encontraba que la sola idea de pelear contra un vampiro de tal medidas le sería demasiado fácil… pero como se decía, quizá se equivocara así que se presentó.
Vestía con su habitual traje blanco y sus alas extendidas. Al llegar no había señal alguna del vampiro con lo que torció los labios en una mueca de desagrado, no pensaba dejarle tiempo para excusas. Caminó hasta colocarse en medio de la gran planada con los ojos cerrados, esperando sentir la llegada de su adversario.